Queremos utilizar información que podamos investigar por nosotros mismos, así que cuando llegue el momento, todos los datos necesarios ya estarán a nuestra disposición. El análisis de frecuencia ofrece un método para analizar estos datos de manera eficiente. Es decir, la frecuencia con la que algo ocurre. Se utilizan variables para ayudarnos a obtener una mejor comprensión de estos datos.
Las variables son las cosas diferentes que pueden cambiar y creemos que podrían impactar en la frecuencia con la que ocurre algo. Podrían ser todos los factores que afectan la probabilidad de que un evento o suceso ocurra. Por ejemplo, supongamos que estamos interesados en observar cuándo llueve en una ciudad determinada. Esto podría determinarse mirando el mes, la ubicación de la ciudad y el clima de cada temporada. Podemos analizar esas variables y hacer suposiciones fundamentadas sobre cuándo podría llover más.
Si nos interesamos por un evento en particular, entonces queremos preguntar qué variables afectan ese evento. Si estamos estudiando con qué frecuencia las personas se enferman, por ejemplo, estas serían las variables base que deberían considerarse: basadas en la edad, en el género y relacionadas con el trabajo. Factores importantes como estos pueden determinar significativamente la cantidad de veces que las personas se enferman.
Podemos describir y predecir los patrones que observamos utilizando variables. Por ejemplo, si queremos saber con qué frecuencia los estudiantes obtienen buenas calificaciones, las variables serían: su tiempo de estudio (CUÁNDO), la asistencia a las clases (QUÉ HORA) y la participación en actividades educativas. Esto nos permitirá entender por qué algunos estudiantes obtienen buenas notas y otros no.
Además de describir situaciones, también podemos utilizar factores para anticipar eventos futuros. Por ejemplo, si estamos estudiando la frecuencia de ejercicio entre las personas, sus variables pueden ser su grupo de edad, género y horario. A través del análisis de estos factores, generamos cuándo las personas están más propensas a realizar actividades físicas.
Por ejemplo, si estamos viendo con qué frecuencia las personas comen comida rápida, se puede hacer una tabla que te indique cuándo y qué día de la semana las personas consumen este tipo de comida con más frecuencia. Mirar este gráfico junto con la edad, el sexo y el nivel de ingresos ofrece una perspectiva sobre cómo influyen estas cosas en el consumo de comida rápida.
Uno de los mejores medios para obtener resultados de calidad es a través de experimentos. Podemos experimentar, lo que significa controlar variables y ver qué efecto tienen en nuestro estudio. Por ejemplo, si estamos investigando con qué frecuencia las personas consumen verduras en su dieta (actualmente: ndl.ofer...) entonces se puede proporcionar a los participantes una cantidad fija de material vegetal cada día y también se contará el número de veces que realmente lo consumen.