Hace tiempo, los ingenieros de todo el mundo estaban desesperados por mejorar cómo funcionaban las máquinas para obtener una mayor eficiencia y un menor consumo de energía. Estas máquinas que las reemplazarían estaban constantemente en sus mentes. Así que después de mucha investigación y desarrollo, inventaron un instrumento conocido como Dispositivo de Frecuencia Variable, también llamado VFD. Es una herramienta poderosa, ya que permite que las máquinas funcionen de una manera más inteligente.
Un dispositivo llamado frecuencia variable tiene la capacidad de variar la tasa a la que una máquina opera. Para un giro más eficiente en términos de energía, ENERGY STAR® simplemente ajusta la electricidad utilizada por un estilo de giro tradicional. Si una máquina tiene que trabajar muy duro (como abrir/cerrar), el VFD puede enviar más potencia para que vaya más rápido. El VFD reduce la electricidad, y por lo tanto la carga de trabajo a la máquina, para que no tenga que trabajar tan duro y así la máquina pueda funcionar a una velocidad más lenta. Este ajuste de velocidad es la principal razón por la que los VFD son comúnmente usados de manera tan amplia en diversas ocupaciones y profesiones.
Hoy en día, los VFD han revolucionado las máquinas en prácticamente todos los sectores que dependen de la automatización. En las fábricas, por ejemplo, las máquinas con VFD pueden ajustar la velocidad de las cintas transportadoras que llevan productos a lo largo de su recorrido de un lugar a otro. Siempre que haya menos artículos en la cinta, esta se mueve muy lentamente con la ayuda del VFD. Por otro lado, si hay muchos productos, entonces acelerará en la cinta para satisfacer la demanda. Esta revisión inteligente no solo ahorra mucha electricidad, sino que también asegura máquinas de larga duración, ya que no siempre trabajan a toda velocidad.
La VFD funciona basándose en un sistema de 3 componentes principales que operan juntos para poner las cosas en marcha. Este es el primero: rectificador. La razón aquí es que convierte la energía que proporciona el enchufe común en algo que necesitas para las VFDs llamado Corriente Directa (DC). El siguiente componente se emplea en el almacenamiento de esta electricidad y se llama enlace DC. El inversor — TL;DR convierte la electricidad DC de vuelta a AC, y controla qué tan rápido va tu máquina. El inversor es extra crucial porque cambia el ritmo de caminata de la persona de la máquina.
Ahorro de Energía: Probablemente el motivo principal para usar VFDs es que ahorran mucha electricidad. El VFD logra esto al cambiar la velocidad de una máquina y, como no requiere tanta potencia para funcionar, aún así sigue realizando un rendimiento increíble. Esto hace que las empresas ahorren dinero en sus pagos eléctricos. Los VFDs también benefician la longevidad de las máquinas. Las máquinas que pueden variar de velocidad se desgastan menos que aquellas que deben funcionar a un ritmo constante todo el tiempo. Esta flexibilidad significa menor mantenimiento y menos tiempo de inactividad. Además, los VFDs pueden ayudar a mejorar la seguridad de las máquinas ya que son programables para apagarlas en caso de que algo salga mal y evitar accidentes.
Los VFD se aplican a una amplia gama de dispositivos con los que interactuamos en la vida cotidiana, como por ejemplo... Por lo tanto, a menudo se utilizan en sistemas de aire acondicionado para reducir el consumo de energía. Este es el compresor de tu aire acondicionado que realiza el enfriamiento, y básicamente es controlado por VFD's para variar la velocidad. El VFD controla la velocidad del compresor, de modo que solo utiliza tanta energía como sea necesaria en un día caluroso dado. Esto mantiene las facturas de energía más bajas y también ayuda al equipo de aire acondicionado a trabajar más duro durante menos ciclos innecesarios, lo que puede hacer que dure más.
Los VFD también se utilizan en bombas, para regular el flujo de líquidos que se mueven a través de sistemas en numerosas industrias. Los VFD pueden ajustar la velocidad de las bombas para adaptarse precisamente a cuánta agua debe fluir en un momento determinado, como en las plantas de tratamiento de agua. Esta operación ahorra electricidad y prolonga la vida útil de las bombas, siempre con pocas averías o asistencia necesaria.